El Islam nos enseña que la puerta para te-ner una vida alegre, feliz y eterna es creer en Al·lah, el Único Dios Verdadero y su últi-mo profeta Muhammad, y pronunciar este testimonio:
“Atestiguo que no hay nada ni nadie que me-rece ser adorado sino Al·lah y atestiguo que Muhammad es el Mensajero de Al·lah”.
¡El Islam también nos enseña que la mera creencia en Dios y en Sus profetas no es su-ficiente para obtener la paz mental, la felici-dad y la salvación! También debemos llevar a cabo la Voluntad de Al·lah, adorándole SOLAMENTE a Él, obedeciendo Sus manda-mientos y practicando lo que creemos.
La obediencia a la Voluntad Divina es la esencia del mensaje de Al·lah. En el Corán, Al·lah confirma el significado verdadero de esta obediencia y la recompensa prepara-da para aquellos que creen y hacen buenas obras:
“Pero quienes hayan creído y obrado rec-tamente tendrán como morada los jardines del Paraíso”.
(Corán 18:107)
De la misma manera, la Biblia reporta estas palabras de Santiago:
“...Pues así como el cuerpo está muerto si no tiene espíritu, también la fe está muerta si no tiene obras.”
(Santiago 2:26)
Los musulmanes no solo deben tener fe en Al·lah (el Único Dios Verdadero) sino tam-bién hacer buenas obras. Los musulmanes obedecen los mandamientos que Jesús y to-dos los profetas enseñaron y practicaron, como creer en el Único Dios Verdadero, orar, postrarse y arrodillarse en oración, ayunar, dar caridad, decir “si Dios quiere (In Sha’ Al·lah)” para algo en el futuro, y usar el sa-ludo de Jesús y los profetas: “La paz sea con ustedes (Assalamu ‘Alaikum)”.
Estos son solo algunos ejemplos y pruebas evidentes que demuestran la verdad, la uni-dad y la universalidad de esta magnífica y bella religión de todos los profetas: el Islam. En la práctica, un musulmán o una persona que quiera ser musulmán, debe creer en los seis pilares de la fe.
1. Creer en Al·lah (Dios).
En Su existencia, Su Unicidad (en árabe, Tawhid), Su Señorío, Sus nombres y atribu-tos únicos, y que Él es el Único que merece ser adorado.
La palabra de Al·lah (El Sagrado Corán) y los dichos del profeta Muhammad (la paz y las bendiciones de Al·lah sean con él) nos enseñan los nombres y atributos de Al·lah, el Único Dios Verdadero. Nunca podremos comprender la grandeza de Al·lah, pero mientras más sepamos de Él, más podremos amarle y adorarle mejor.
Los siguientes son solo algunos de los nombres y atributos de Al·lah: Al·lah (el nombre propio de Dios), el Señor, el Único Dios Verdadero, el Compasivo, el Misericor-dioso, el Creador, el Señor Soberano, el San-tísimo, el Puro, el Bendito, el Proveedor de la Paz y la Perfección, El Juez, El Omniscien-te, El Omnividente, El Omnioyente, el Gran-de, el Remisorio, el Altísimo, el Sublime, el Más Amoroso, el más Amable, el Proveedor, el Verdadero y el Tolerante.
El profeta Muhammad dijo:
“Las cualidades absolutas de la belleza y la perfección pertenecen a Al·lah. Ciertamente, Al·lah ama la belleza.”
2. Creer en los ángeles de Al·lah.
A quienes creó para que le alabaran y obe-decieran sus órdenes.
3. Creer en las revelaciones de Al·lah.
Incluyendo las Palabras originales de Al·lah reveladas a Moisés y Jesús (no los escritos e historias que son narradas por varios au-tores y encontrados en la Biblia actual). El Sagrado Corán es la Palabra final, pura y auténtica de Al·lah, enviada al profeta Mu-hammad.
4.Creer en todos los mensajeros y profetas de Al·lah.
Incluyendo a Adán, Noé, Abraham, Moisés, Juan el Bautista, Jesús y Muhammad. De hecho, un musulmán/a no es un verdade-ro creyente si no cree en Moisés y en Jesús como profetas enviados por el Único Dios Verdadero (Al·lah), el Creador.
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5. Creer en el Último Día, el Día
del Juicio y la rendición de cuentas.
Toda la Humanidad será juzgada por Al·lah según su fe y sus acciones. Después de este juicio, ¿quiénes serán los admitidos a una vida feliz y eterna en el Paraíso, y quiénes irán al Infierno?
Dado que los creyentes confían en Al·lah, es-tán satisfechos, contentos y confiados con cualquier cosa que Al·lah decreta para ellos, ya sea que lo perciban como bueno o malo. Intentan no desesperarse, deprimirse, per-der la esperanza ni desanimarse cuando les acontecen crisis o dificultades. En lugar de eso, hacen todo lo posible para corregir su situación, pero siempre recurren a Al·lah en busca de ayuda, apoyo y recompensa.
Esta bella fe en Al·lah y en su decreto les brinda a los musulmanes paz mental y feli-cidad a pesar de todas las agresiones, inva-siones, ocupaciones y explotaciones de sus tierras, recursos naturales y riqueza que es-tán teniendo lugar en el mundo actual y a pesar de la injusticia, segregación, discrimi-nación y difamación que sufren.
1. Ash-Shahadah: El testimonio de fe
“Atestiguo que no hay nada ni nadie que merece ser adorado sino Al·lah y atestiguo que Muhammad es el Mensajero de Al·lah”.
En árabe, se lee:
Que se pronuncia:
ASH-HADU AL-LA ILAHA IL-LA AL·LAH, WA ASH-HADU ANNA MUHAMMADAN RASULUL·LAH.
Este es el testimonio de fe que se necesita pronunciar para abrazar el Islam; eso resu-me la verdad, la belleza y la simplicidad del Islam.
Para escuchar la pronunciación, visite:
https://youtu.be/Ln2Zd8wUUsM
O escanee este código en su celular.
2. As-Salah: La oración
Realizar las cinco oraciones diarias, obliga-torias. Estas oraciones rituales incluyen es-tar de pie, inclinarse y postrarse; recitando partes del Corán; alabando y recordando a Al·lah; y pidiendo Su misericordia y perdón, y el ingreso al Paraíso.
La belleza y el poder de las oraciones nos otorgan crecimiento espiritual, serenidad emocional, así como alivio, tranquilidad y alegría para el alma, la mente y el corazón. La forma en que las oraciones se distribu-yen a lo largo del día y la noche tiene como objetivo que siempre estemos recordando a Dios (Al·lah).
Lo que incrementa la belleza de la oración es el hecho de que los profetas de Dios, in-cluyendo a Adán, Noé, Abraham, Moisés, Jesús y Muhammad, también oraron y se postraron ante el mismo Único Dios Verda-dero, Al·lah. En otras palabras, los musul-manes siguen los pasos de todos los profetas y mensajeros de Dios.
Además, hay muchos otros conceptos bellos en el Islam, como el amor a Dios,
la obediencia y la entrega a Él, la súplica, la solidaridad social, la igualdad, la sinceridad, la paciencia, la humildad y la dulzura que se manifiestan y se aprenden de la oración. De hecho, la oración sincera, el Zikr (recuerdo de Al·lah), el Istigfar (pedir perdón a Dios) y Du‘a’ (súplica) dedicados solo a Al·lah son claves profundas y maravillosas para la paz mental, la tranquilidad y las bendiciones.
3. Az-Zakah: La contribución social
La entrega obligatoria de una cierta canti-dad de la riqueza de los que tienen capaci-dad de ahorro a los pobres y necesitados.
Az-Zakah purifica nuestras propiedades y dinero, al mismo tiempo nos purifica de la avaricia y la tacañería. Nos enseña a cuidar y compartir, lo que ayuda a construir fuer-tes lazos de amor y respeto entre los ricos y los pobres de una misma sociedad. De for-ma efectiva fomenta el apoyo, la ayuda, la cooperación y la solidaridad en toda la so-ciedad.
4. As-Saum: El ayuno
As-Saum (ayuno) significa abstenerse de co-mer y beber, y de las relaciones conyugales, desde el amanecer hasta la puesta del sol durante todo el mes islámico de Ramadán.
Algunos de los bellos beneficios y lecciones del ayuno incluyen:
El Hayy es la peregrinación a la Meca que todo musulmán debe realizar una vez en su vida, siempre que esté física, mental y fi-nancieramente en la capacidad de hacerlo.
Como los otros pilares y principios del Is-lam, las lecciones y los beneficios del Hayy son muchos. Millones de creyentes de to-dos los colores y razas, de todas las partes del mundo, responden al llamado del profe-ta Abraham, quien (con su esposa Hagar y
su hijo Ismael) está asociado con muchos de los ritos del Hayy. Muchos principios y con-ceptos maravillosos se pueden ver en acción durante el Hayy, los cuales incluyen: obe-diencia a Al·lah, hermandad entre los musul-manes, unidad, paciencia, sacrificio, oración, caridad y ayuno. El Hayy anual es testigo de la reunión religiosa más grande y única de su tipo en el mundo.
Durante esta notable convergencia de toda raza y color, donde todos adoran a un solo Dios y siguen un solo mensaje, Malcolm X y otros descubrieron la belleza de la verdade-ra fe, la hermandad y la igualdad islámica.
“Mi peregrinación amplió mi alcance. Me bendijo con una nueva visión. En dos sema-nas en Tierra Santa (La Meca), pude ver lo que nunca había visto en treinta y nueve años aquí en los Estados Unidos. ¡Vi a todas las razas, todos los colores (de los rubios de ojos azules a los africanos de piel negra) en verdadera hermandad! ¡En unidad! ¡Vivien-do como uno! ¡Adorando como uno!”
(La autobiografía de Malcolm X)
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Nombres y términos
básicos del Islam
Al·lah: en árabe, Al·lah es el nombre pro-pio del Único Dios Verdadero, el Creador. El Islam enseña que Al·lah es el Verdadero Dios de toda la Humanidad. Los judíos y cristianos árabes usan este nombre (Al·lah) para refe-rirse a Dios, y es la palabra que se usa para Dios en la Biblia en idioma árabe.
Muhammad: el último profeta del Único
Dios Verdadero (Al·lah); enviado a toda la
Humanidad (que las bendiciones y la paz de
Al·lah sean con él).
El glorioso Corán: la Palabra final del Úni-co Dios Verdadero (Al·lah), como fue revela-da al profeta Muhammad.
Islam: obediencia a la Voluntad del Único Dios Verdadero (Al·lah), el Creador.
Musulmán: el que se somete a la Voluntad del Único Dios Verdadero (Al·lah), el Creador.
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